Se integraron numerosos requerimientos espaciales de las directrices globales del cliente en esta implantación. En la oficina que ocupa media planta en un edificio con patio interior central si sitúa una franja de salas revestidas en madera junto a dicho patio para localizar las zonas abiertas de trabajo y colaboración informal en fachada. Se pone el foco en la salud de los empleados con plantas de interior y contacto visual con el exterior para potenciar la luz natural y contacto con la naturaleza.
La marca, clave a la hora de reforzar su identidad de cara a clientes y empleados, se integró en el proyecto a través de una paleta de materiales que reflejase la intención de American Express: la madera para dar calidez al espacio convive con moquetas y textiles en tonos azules para reflejar su identidad.
La funcionalidad de la oficina y el bienestar de los empleados que van a trabajar en ella son elementos fundamentales en este proyecto.